La historia detrás de nuestra última colección Picasso

La historia detrás de nuestra última colección Picasso

Hay artistas que no se miran: se respiran. Picasso es uno de ellos. Su obra siempre me pareció una corriente eléctrica que atraviesa generaciones, un pulso inagotable de experimentación, emoción y rebeldía. Para este otoño 2025, esa energía se convirtió en el hilo conductor de nuestra colección más íntima y artística hasta ahora.

Años atrás, mientras caminaba por el Museu Picasso de Barcelona, tuve una sensación clara, casi física: esa mezcla de fuerza, sombra y belleza femenina que caracteriza muchas de sus obras tenía que encontrar un día un puente con el mundo Naroa. No sabía cómo ni cuándo, pero salí del museo con una idea que se quedaría quieta como un secreto: algún día crearé una colección inspirada en Picasso, pero reinterpretada desde la sensibilidad elegante y femenina que define a Naroa.

Hoy, esa promesa tomó forma.

La paleta de colores que encendió la chispa

El detonante fue su paleta de colores. Picasso nunca tuvo miedo de los contrastes: el negro profundo que dramatiza, los rojos intensos que vibran, los azules que parecen respirar sombras, las luces que bordean los contornos femeninos como confidencias visuales.
Para otoño, esos tonos no solo encajaban: eran inevitables.
Queríamos una colección que abrigue el cuerpo y también la mirada, que juegue con luces y penumbras, que capture esa energía cromática tan típica del maestro Picasso.
Los colores elegidos evocan su espíritu, pero al mismo tiempo siguen el ADN de Naroa: sofisticación suave, elegancia que no grita, fuerza que no necesita permiso.

Otra pieza clave fueron las siluetas femeninas que Picasso exaltaba. Su visión de la mujer era múltiple: curva, enigmática, fragmentada, poderosa, profunda.
No quisimos replicarla literalmente, sino traducirla:
¿Cómo sería esa mujer picassiana en el lenguaje de la moda femenina contemporánea?

Dentro de todo este universo, hay una prenda que se volvió símbolo: el Abrigo Guernica.
Un abrigo largo, con un forro especial diseñado como un guiño directo a la colección, pensado para moldear la figura con elegancia serena.
Su estructura abraza la silueta con suavidad, y su presencia transmite la fortaleza que sentimos cuando vestimos algo que cuenta una historia.
Es una pieza que honra la obra más emblemática del artista, pero llevada a un terreno completamente femenino, estilizado y moderno.

La colección Picasso no busca copiar: busca conversar.
Queremos que cada mujer que vista esta colección sienta que lleva una pequeña pieza de arte, pero también una parte de sí misma.
Algo poderoso, algo delicado, algo suyo.

Esta colección es una invitación a mirar el arte con curiosidad, a vestir con intención, a sentir que la moda y la cultura pueden encontrarse en un punto cálido y profundamente femenino.